No soy alegre, ni dinámica, ni moderna. No busco lo último en música ni en
nada. Voy conociendo y me llama lo
antiguo. Lo escucho, lo estudio, lo
canto… Lo vivo. Y lo hago mío. A los músicos vivos que me mueven en directo les
doy las gracias (Merrill Garbus, Lydia Pujol...). Escucho su música, y si
lo que dicen me conmueve, les doy mi confianza.
Si son cultos o virtuosos, llego a mi cubículo queriendo estudiar más, y
eso me lleva a lo clásico, lo antiguo, lo tradicional. Y me gusta darle mi propia vida a lo que pasa
por mis manos. Las grandes canciones de
antiguos y nuevos. Eso es de todos. El canto de ustedes que es mi propio canto.
Y a la guitarra mi hermano.
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